jueves, 12 de abril de 2012

Moral afilada


El Señor Dwarf era un sabelotodo, siempre con esos aires de superioridad, mirando por encima del hombro a todos aquellos seres humanos que se atrevían a pasar ante sus ojos. Asfixiado en incredulidad en ocasiones le daba al chico Tóxico lecciones de moral. Dicen que en cada rincón del mundo siempre puede haber alguien mejor que tu, siempre. Dwarf no se lo creía, y extravagante iba haciendo alarde de su amargo pasado y todo lo que había sufrido para llegar a donde estaba en ese momento, lloró y sudó sangre para llegar a la canícula de su vida.

- No es fácil llegar a donde yo estoy, tuve que luchar contra viento y marea, desafié a mis fantasmas y me coroné en la cumbre de mi gloria merecida. Tu no sabes lo que es el dolor chico! - dijo Dwarf.

-Al Doctor Jeckyll vas a venir tu a hablarle del Ying y el Yang - Pensó Tóxico.