jueves, 1 de noviembre de 2012

Génesis de la imaginación

Cualquiera que se acercase a menos de dos metros a la antigua mansión Cuervo, podía percibir el sonido desconsolado de llantos lacrimosos provenientes del interior. Los habitantes de Villacuervo tenían conciencia  de que, desde que murió el famoso escritor, ninguna persona humana había puesto un pie en aquel lugar. Con el tiempo y con las bocas, fueron convirtiendo esos ruidos en noticia del mes, de noticia del mes en rumores y después de los rumores todo se convirtió en olvido. Mientras, en la antigua mansión Cuervo, centenares de personajes nacidos de la tinta de una pluma siguen llorando la muerte de su padre.