He pensado miles de veces cómo será el fin del mundo, me he preguntado otras mil donde estará y si llegaré algún día a él. Imagino que es un lugar oscuro, habitado por huesos gigantes de especies extinguidas, todo plagado de barro y charcos negros, donde el ocaso se apodera de ese escenario las veinticuatro horas del día y no existen las estaciones del año. Un lugar del que no se puede volver atrás ni avanzar. He pensado miles de veces cómo será el fin del mundo, cuando me reúno con los míos, con los que apenas tengo tiempo de ver y sin embargo siguen estando allí cuando mi voz los reclama, comprendo que, el fin del mundo es una persona sin amigos.
