domingo, 6 de enero de 2013

Hombre sin pasado


Después de quedarse dormido viendo la televisión, empezó a recordar lo mucho que le gustaba a su nieto visitar su casa y coger libros prestados de su gran biblioteca. Despertó empapado en recuerdos y se propuso encontrar una cura para su alzheimer. Cada mañana se compraba un libro nuevo de esos que hablaban de su enfermedad y se quedaba horas y horas leyendo, intentando descubrir alguna teoría, alguna hipótesis, una señal o algún en ente que le diese la clave de su curación. Su nieto volvió a visitarlo a finales de año y sorpresa para él, cuando vio que las estanterías de la gran biblioteca de su abuelo estaban repletas del mismo libro.