Gritame, pegame, mienteme, drogame, suicidame, lo podría soportar todo, pero el silencio...no puedo con el silencio. Odio que vayas diciendo por ahí que soy un encanto, no soy encantador, cuando dices eso me viene una imagen a la cabeza y me imagino a una serpiente con mi cara saliendo de una cesta de ropa sucia mientras un extraño hombrecillo indio toca la flauta.