miércoles, 9 de octubre de 2013

El universo es un pañuelo



En cuanto vio sus colores convenció a la gravedad de que lo acercase hasta donde estaba ella. Ella, tímida, no pronunció palabra los primeros siglos, conforme pasaba el espacio tiempo se empezaron a acercar más y más hasta el punto de que todo empezó a rotar con su brillo. Ellos eran de la vieja usanza, no podían superar los límites de la velocidad de la luz sin estar comprometidos en sagrado matrimonio. Así fue como Júpiter le puso el anillo a Saturno.