Alguien existió en los fines de los mares,
el hombre pensó que la tierra tenía finales,
pálido ambiente semejante desatino,
fulgor vivo del tosco rumor que zarpa arrepentido.
Serpiente, dime cuantas letras suman tus palabras
entre senderos sinuosos formando una ese exacta.
Fui el rey de la comedia con un ápice arrogante,
me perdí en la decadencia en el punto de un interrogante.
He llegado al nivel siete de mi vida,
tras la boca de los metros de mis ojos verás la anomalía.
Siempre fui soberbio y diana de sospecha,
tenía la sangre azul y el corazón a la derecha,
me gustó la gente pero poco hecha tal cual...
te aseguro que soy más guapo en persona que en animal.
Sh, calla. Escuchen que dicen los árboles señores...
Las malas compañías siempre serán las mejores.
*Imagen: Dorian entre viejos amigos y jóvenes abrigos
